Breve historia del queso, 2

Descubrimiento de las enzimas

Pero no será hasta el descubrimiento del efecto coagulante de la enzima digestiva (cuajo), que se encuentra en el interior del estómago de los corderos, cuando el hombre podrá controlar el cuajado de la leche y, por lo tanto, la elaboración del queso.

Parte de la cultura

A partir de aquí, el queso se convierte en alimento imprescindible en la dieta de las generaciones y culturas venideras. Así, ya encontramos referencias sobre él en un friso del templo de la diosa Ninhursag en Mesopotamia, en el Libro de Job del Antiguo Testamento, en textos literarios de la época grecorromana (como La Odisea), en la Edad Media (época en que los monasterios tuvieron tanta trascendencia en la elaboración del queso que algunos de ellos llevan nombres íntimamente ligados al mundo monacal) y así hasta nuestros días.

Friso del templo de la diosa Ninhursag en Mesopotamia.

Para terminar esta breve historia del queso, nada mejor que la definición que hizo de él Ramón Gómez de la Serna es sus Greguerías: “El queso es la eternidad de la leche”.

Cooperativa CadíTrabajadores de la Cooperativa Cadí, en los añs 50 del s. XX.
© Cooperativa del Cadí – Institut Ramon Muntaner i Fundació del Món Rural, Projecte “El món agrari a les terres de parla catalana”, Coordinadora de Centres d’Estudis de Parla Catalana.
Imagen del encabezamiento: Jan Van Kessel I. Nature morte au fromage, noix et noisettes. s. XVII. © D. Sohier. Ville de Cherbourg-Octeville, musée Thomas Henry